Cada vez que un concepto nuevo aterriza en nuestra cabeza sentimos el gusto de ese chupito de conocimiento. Con la tecnología poniéndonos a un clic cientos de dosis así, es fácil embriagarse. El problema, sin embargo, es el mismo que una noche de borrachera: en los días sucesivos es difícil recordarlo todo. Por eso, hoy te traemos algunos consejos para consolidar un idioma que estés aprendiendo.
Examínate días después de estudiar
Más o menos lejos quedan esas maratones de estudiar durante la noche de antes de un examen, pero siempre nos acompaña la certeza de que mucho de aquello que aprendimos se queda en el limbo de las cosas olvidadas. Para evitar estudiar mucho y que se nos quede poco entre ceja y ceja, lo mejor es ponernos pequeñas pruebas de tanto en cuando, orientadas a probarnos en aquello que hemos estudiado.
Prioriza
Está bien centrarse en el contenido de un examen o en los campos semánticos que usarás en un futuro inmediato. Tener una serie de requisitos en tu aprendizaje puede darte la sensación de que no estás aprendiendo con todas las de la ley, pero tómatelo como que estás ganando tiempo: centrándote en los retos próximos, también allanas el camino para aprender otras áreas básicas y acelerar tu viaje por esa nueva lengua.
Vuelve sobre tus pasos
¿Tienes por la mano la nueva lección? ¿Nada puede hacerte dudar de aquello que acabas de aprender? Entonces puede ser divertido que alguien dé la vuelta a algunas palabras de una frase recién adquirida para que sientas que vuelves a la casilla de salida. Si quieres consolidar un idioma, lo mejor es retroceder sobre tus pasos y jugar con aquello que acabas de aprender hasta asimilarlo tanto que incluso las referencias indirectas te suenen familiares.
Anota
Te sorprenderá lo útil que puede resultar escribir sobre lo que estás aprendiendo. Toma notas de los puntos importantes o que quieras remarcar, y escribe con tus propias palabras. A ser posible, a mano. Expresar con nuestra voz aquello que acabamos de escuchar inicia procesos mentales y fisiológicos que facilitan el aprendizaje.
Mezcla tus métodos de estudio
Algunas áreas de un idioma, como el vocabulario, son más sencillas que otras y requieren menos tiempo. Intercalar el aprendizaje de esas áreas con el de otras más complicadas y extensas, como la gramática, puede ayudarte a crear conexiones entre ambos tipos de área. Lo mismo se aplica a las actividades orales respecto a las escritas. Alterna diferentes tipos de estudio para sacarte de tu zona de confort de manera controlada.
Aprender es fácil. Tan fácil como la existencia de apps para aprender un poquito cada día, tan fácil como practicar constantemente. Pero con todas las facilidades tecnológicas de las que disponemos hoy en día, no basta con aprender y recompensarnos a cada rato en base a un logro o una puntuación.
Necesitamos consolidar un idioma con ejercicios en los que nos zambullamos voluntariamente en contraposición a los mini-juegos de nuestro smartphone. Y, por supuesto, necesitamos dejar de procrastinar, así que ¡no olvides apagar el móvil y todas sus distracciones durante los ejercicios!