Así es, el tiempo se nos ha pasado volando, y, casi sin darnos cuenta, nos encontramos con que los cursos intensivos de Ontraining Summer School ya se han acabado… Es una pena, pero ya lo dice el refrán: lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y, las cosas como son, los cursos eran intensivos, ya sabíamos que durarían poco. De hecho, ese era uno de los objetivos. ¿Para qué íbamos a malgastar 60 horas de la vida de nuestros alumnos cuando podíamos enseñarles la misma cantidad de contenido en 20? A veces, la formación continuada en idiomas puede resultar demasiado repetitiva y contraproducente, especialmente si va dirigida a profesionales que quieren desarrollar habilidades específicas. Nuestro objetivo final era aumentar la productividad laboral de nuestros alumnos, por eso queríamos predicar con el ejemplo y ser concisos, directos y eficaces.
Esto, y la metodología que impusimos de aprendizaje basado en la práctica y en la interacción entre los estudiantes, son los pilares de Ontraining Summer School, su razón de ser. Los grupos reducidos no dejaban lugar para la timidez y optimizaban el aprendizaje de los alumnos, al mismo tiempo que facilitaban la labor del formador. En este contexto de total inmersión lingüística y cultural, hemos sido testigos del increíble progreso de los alumnos y su implicación en el curso, no solo a nivel individual, sino como grupo.
Efectivamente, grupos trabajaban como un todo. Un ejemplo de esto es la idea que tuvo un alumno del grupo de Business Communication en inglés, a quien se le ocurrió que, como todos trabajaban en el aula con ordenador, podían tomar los apuntes de manera conjunta, utilizando Google Drive. ¿No es genial? A eso se le llama trabajo en equipo. La participación de todo el grupo hizo además que las anotaciones fuesen mucho más precisas, porque todos podían poner su grano de arena y aportar diferentes puntos de vista que complementaban el trabajo individual de los compañeros. ¿Veis qué aplicados están?
Si es que los alumnos no se podían haber tomado los cursos más en serio. ¡Hasta en los descansos mantenían el ritmo! Cuando les hablamos de inmersión total se lo tomaron muy en serio, y el pica-pica siempre iba acompañado de una charla en el idioma del curso, que además aprovechaban para intercambiar títulos de películas, libros y series que les pudiesen ayudar a mejorar en el idioma a la vez que se entretenían, y también para resolver dudas surgidas durante la clase. Como aquí, con las ensaimadas aún encima de la mesa:
Pues eso, contentísimos estamos con la dedicación de los alumnos y con la marcha de los cursos en general. Y parece ser que ellos también lo están con nosotros, que, al final, de eso es de lo que se trata. Según lo que nos contaron, con lo que más contentos se quedaron fue con la comunicación que había con el formador, con la metodología y con el formato del curso. Nos confirmaron que gracias a todo esto pudieron cumplir sus objetivos. Nosotros solo esperamos que cuando volvamos a hablar con ellos nos cuenten lo genial que les está funcionando en el trabajo lo aprendido con nosotros durante estos días.
Ontraining Summer School ya ha terminado… Pero estamos muy contentos, nos lo hemos pasado muy bien y la satisfacción de nuestros alumnos es la mayor de las recompensas. Además, en octubre presentaremos los nuevos intensivos, ¡así que alegría! Por cierto, con esto y un bizcocho, Ontraining cierra hasta septiembre, mes en el que volveremos con más y mejores propuestas para optimizar vuestras habilidades lingüísticas. Es poco tiempo, pero os echaremos de menos. Al fin y al cabo, sin vosotros, nada de esto sería posible.
¡Gracias y que tengáis un buen verano!